Para analizar el efecto de una intervención de política de transporte, de plan de transporte o de un proyecto específico sobre el área de estudio, se simula la operación del sistema con el uso de herramientas computacionales (modelos de transportes). Estos modelos permiten representar las nuevas características de las intervenciones y luego comparar su funcionamiento con la situación base.
El resultado de la modelación base entrega los antecedentes necesarios para diagnosticar las disfunciones del sistema de transporte y proponer las correcciones.
El proceso requiere conocer:
Demanda por transporte, lo que se determina a través de escenarios de desarrollo urbano y el nivel socio-económico, dado por los datos de ingreso y motorización. La demanda por transporte se traduce en matrices de viajes por modo, por período horario, por corte temporal, etc. Las matrices resultan de las simulaciones de los modelos Estraus y Vivaldi, según el tamaño de la ciudad.
Redes de transporte privado y público que comprende la infraestructura vial y las características de los vehículos y sus regulaciones. Las Redes se simulan, según el tamaño de la ciudad, con los modelos de simulación de transporte Estraus o Vivaldi. Estas simulaciones generan flujos vehiculares a nivel de arco y también variables de servicio, tales como velocidades de operación, tiempos de viaje, etc.